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jueves, 31 de octubre de 2019

Veneno, tristeza, vacío


El mundo, el mundo entero, un universo de gaslight y la vida, esta vida nuestra, nos lleva de la mano por ese camino hasta que todo revienta. Y yo, que me quemé al poner las manos en el fuego, sé que no es lindo. Y aunque ya no soy el mismo en este ambiente de malestar, me digo que lo hecho, hecho está.


No soy rencoroso, pero sí memorioso. Y siempre, siempre, todo comienza con sutilezas y termina en desastre. Se va acumulando y me va ensuciando. La felicidad se bloquea, el buen humor se escapa y hay situaciones que simplemente no deberían soportarse. Pero uno se va callando, se va adaptando para que el otro sea feliz. Y nada sirve. Nada alcanza.


Siempre evitamos hablar de lo que importa, y en cada reclamo me convierto en el villano de todos tus males. Una proyección circular del que lo dice lo es. Como si yo te manejara, como si acaso alguien pudiera. Me señalas como culpable, de situaciones que tú misma definiste. Y me pregunto si alguna vez hiciste un examen de conciencia.

Te mentís y te crees la mentira. Yo he perdido la salud, las ganas de escribir, de leer, de hacer las cosas que me gustan. He resignado mi propia felicidad. Solo para estar al lado de alguien que no me devuelve el gesto ni aunque se lo pida.

Y sé que me fui callando. Callando todo, desde 2014, aguantando cosas solo por vos. Pensé que tanto esfuerzo sería recompensado, pero lo único que obtengo es aguantarme la resignación.

No me olvido lo que decís.

Trato de que todo esté en armonía. Apoyé de verdad, te acompañé en tus reposos y no te solté la mano, ni siquiera cuando casi no nos conocíamos. Y no usé ese momento de vulnerabilidad para pasarte factura, a mi si, en ese momento, eso es cruel.

No quiero seguir superficialmente. No quiero fingir una vida feliz, quiero que lo sea. Quiero una vida tranquila. Quiero volver a ser feliz y sentirme querido.

Yo, estoy dolido, donde la tristeza y el caos es lo cotidiano al regresar, no quiero enfermarme más. No quiero que mi vida empeore. Quiero que me respeten. Hay que ejercitarse para ser felices, si no, se lloran las consecuencias.


31/10/2019

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